Lovecraft para niños. Lo impensable arribó en forma de novela gráfica.
Howard and the Frozen Kingdom, creada por Bruce Brown y publicada por Arcana Studio, relata las aventuras de una tal Howard Lovecraft quien, utilizando el Necronomicon, se ve transportado a un extraño mundo congelado repleto de horribles criaturas.
El pequeño Howard se hace amigo de un “monstruo”, dibujado en la tapa, al que renombra como “Spot”, porque su verdadero nombre “es muy difícil de recordar” (!).
Pero hay más. El responsable de esta… novela gráfica, Bruce Brown, en una reciente entrevista con Newsarama, afirma no haber leído nunca al escritor H. P. Lovecraft hasta que alguien se le acercó con la ominosa propuesta de crear este comic (de los que hay que esperar secuelas si se vende bien).
Como suele pasarle a la mayoría de los mortales, una vez que leyó el primer cuento que le dieron para que se informe un poco sobre H. P. Lovecraft, Bruce Brown no pudo dejar de leer y leer. “Hay tantos cuentos buenos de Lovecraft, pero personalmente diría que mi favorito es La Sombra sobre Innsmouth”, comenta el autor.
Las ilustraciones, más allá de la cuestionable idea de adaptar a H.P. Lovecraft a este tipo de lectores, al menos son para destacar. Se acercan a la atmósfera típicamente lovecraftiana, con las obvias adaptaciones de las circunstancias. El ilustrador argentino, Renzo Podestá, demuestra positivamente su experiencia en el terror y la ciencia ficción.
Para futuras conclusiones habrá que verlo y estudiarlo. La idea de adaptarlo así no puede caerle demasiado bien a los fieles lectores de Lovecraft, y ciertas declaraciones del autor tampoco ayudan.
Pero, por otro lado: la infancia de Lovecraft fue, sin dudas, la etapa más valiosa y añorada de su vida, y hay algo bellamente infantil en alguno de sus mejores relatos. Su alter ego en las Tierras del Sueño es un niño, y fue durante su juventud cuando soñó lo que soñó y se nutrió de los clásicos que hicieron magia dentro de su irrepetible imaginación.
Fuentes e imágenes: