Detrás de la nueva y promocionada miniserie de HBO, Game of Thrones, existe una serie de novelas fantásticas publicadas a fines de los ‘90 por George R. R. Martin.
La saga alcanzó pronto un importante renombre entre los lectores del género, y consiguió ganar un par de premios literarios, o al menos, estar nominada en varias ternas.
Más allá del peso artístico de la obra, gran parte de la trama de las novelas implican un despliegue de estrategias digno de cualquier buen juego de mesa.
Así seguramente lo vieron los creadores de A Game of Thrones, el primer juego de mesa basado en la saga de George R. R. Martin.
En 2003, Christian T. Petersen y Kevin Wilson diseñaron y editaron este interesante juego de mesa donde cada jugador debe controlar una de las grandes casas de Westeros.
El objetivo del juego es obtener el dominio de la tierra a través de la administración, la diplomacia y la economía. Además, los jugadores deben comandar sus ejércitos, controlar personajes especiales, almacenar recursos para el invierno y sobrevivir los ataques enemigos.
Lo interesante del juego es que, en comparación a muchos otros similares, todos los jugadores permaneces activos durante todo el tiempo, evitando momentos de posible aburrimiento durante la partida.
Se puede jugar a partir de 3 jugadores, aunque la cantidad recomendada es de 4 ó 5, mayores de 12 años. Las partidas duran alrededor de unos 180 minutos.
En el 2004, salió la primera expansión del juego, titulada: “A Clash of Kings”, como la segunda novela de la saga. La expansión incluye nuevas piezas pero además la posibilidad de jugar con una nueva casa (Martell), es decir, con 6 jugadores.
Finalmente, en 2006 salió la última expansión de A Game of Thrones: “A Storm of Swords”, llamada así tras el tercer libro de la serie fantástica.
Esta última expansión ofrece más variantes en el estilo del juego, como la posibilidad de obtener el dominio a través de la política, además de incluir, por supuesto, nuevas cartas, piezas, y hasta un nuevo mapa.
Fuente: BoardGameGeek